ENTERITIS COLIBACILAR

Especies afectadas: Porcino

La enteritis colibacilar, conocida también como diarrea colibacilar, es una enfermedad gastrointestinal que acarrea importantes repercusiones económicas, y se manifiesta principalmente a través de episodios de diarrea aguda.

Dependiendo del momento en que se presenta, puede clasificarse en dos tipos:

  • Diarrea neonatal: Se produce antes del destete.
  • Diarrea post-destete: Aparece después del destete y suele ser más frecuente durante las dos semanas posteriores al mismo.

Factores de riesgo de la diarrea neonatal y la diarrea post-destete

Las causas de la enteritis colibacilar son multifactoriales y su origen exacto es complejo de identificar con precisión. Sin embargo, hay una serie de factores que aumentan la probabilidad de que aparezca esta enfermedad:

Higiene de las instalaciones
La presencia de patógenos causantes en el entorno de los cerdos constituye un riesgo significativo para la aparición de la diarrea, ya que ciertas bacterias pueden sobrevivir en el ambiente durante períodos prolongados de hasta seis meses.

Temperatura ambiental
Un ambiente frío pueden ralentizar la motilidad intestinal, facilitando la adhesión de los patógenos al intestino.

Estrés
Eventos como el parto, la separación de la madre, la adaptación a nuevos patrones de alimentación y el hacinamiento pueden generar estrés en los lechones, comprometiendo así su salud intestinal.

Densidad de animales
Un mayor número de animales en un mismo espacio el aumenta el esfuerzo inmunitario necesario para combatir nuevos patógenos y generar inmunidad de grupo.

Infecciones virales
La presencia de infecciones de tipo viral puede facilitar la aparición de la enteritis colibacilar, principalmente debido a la disminución de la eficacia del sistema inmune.

Alimentación post-destete
El cambio brusco en la dieta puede provocar ayuno inicial, lo que deriva en una reducción en la longitud de las vellosidades intestinales, dificultando la absorción de nutrientes. La inclusión de ciertos ingredientes como la soja o una alimentación excesiva también pueden contribuir a la diarrea post-destete.

Genética
Algunos cerdos poseen una resistencia genética a los patógenos implicados en la enfermedad.

Inmunidad pasiva
La adquisición de anticuerpos maternos por parte de los lechones afecta a su capacidad para combatir la enfermedad.

Edad del destete
Cuanto más temprano se desteten los cerdos, mayor es el riesgo de infección.

Principales agentes causales

Aunque puede tener diversas causas, el principal agente patógeno implicado en la diarrea colibacilar es Escherichia coli. La mayoría de las cepas de E. coli son comensales, es decir, habitan el intestino sin causar daño al huésped. Solo una minoría de cepas son patógenas, y entre ellas, las responsables de la enteritis colibacilar se clasifican generalmente como E. coli enterotoxigénicas (ETEC) o E. coli enteropatógenas (EPEC).

Estas bacterias se adhieren al revestimiento del intestino y producen unas toxinas, denominadas enterotoxinas, que alteran la permeabilidad de las células intestinales, provocando la secreción de líquidos hacia el lumen intestinal y la consiguiente pérdida de electrolitos. Este proceso hace que llegue una gran cantidad de alimento sin digerir al intestino grueso, lo que incrementa la fermentación y ocasiona acidosis metabólica, resultando en diarrea que puede llevar a una rápida deshidratación y desnutrición.

Las cerdas suelen eliminar estas bacterias mediante sus heces en las salas de partos y, aunque a ellas no les afectan dado que son adultas y están sanas, los lechones todavía tienen sistemas inmunológicos aún inmaduros y son más susceptibles a estas infecciones, tanto antes como después del destete.

Una transición inadecuada de la alimentación líquida altamente digestible a un pienso sólido y seco, sin una fase de adaptación adecuada, puede dejar al intestino vulnerable a la colonización por ETEC, desencadenando así la diarrea post-destete.

Es común que las causas de la enteritis colibacilar sean multifactoriales, es decir, que interactúen con otros agentes que pueden causar o agravar los cuadros de enteritis. Entre estos agentes se incluyen los virus, como el rotavirus o el coronavirus, y los parásitos, como los coccidios.

esquema enteritis colibacilar

Tras la ingestión en el entorno del cerdo (1), ETEC se une y coloniza la mucosa del intestino delgado mediante adhesivas fimbriales (2), produce enterotoxinas que estimulan la secreción de agua y electrólitos hacia el lumen intestinal (3), provocando diarrea y posiblemente la muerte (4).

Signos y síntomas

  1. Diarrea grave o moderada
  2. Deshidratación
  3. Pérdida de peso
  4. Aumento de la frecuencia respiratoria
  5. Muerte (en algunos casos puede ser súbita previamente a la aparición de otros síntomas)

Pérdidas económicas

Enteritis colibacilar
Enteritis colibacilar
Enteritis colibacilar
Enteritis colibacilar

¿CÓMO ACTUAR CONTRA LA ENTERITIS COLIBACILAR?

Prevención

La prevención es clave para evitar casos de enteritis colibacilar, lo que a su vez reduce los costos económicos y mitiga las consecuencias de la enfermedad en los animales. Para ello, es necesario llevar a cabo una serie de acciones en la granja que ayudan a disminuir los niveles de E. coli patógena y a mantener el bienestar de los cerdos:

  • Control de la humedad y temperatura: Mantener la temperatura del corral de destete entre 28 y 32°C al inicio, minimizando los cambios bruscos de temperatura y evitando las corrientes de aire.
  • Higiene: Limpiar y desinfectar meticulosamente entre lotes de cerdos, junto con la eliminación diaria de heces.
  • Vacunación de hembras gestantes y/o lechones.
  • Aumento de la edad o peso al destete.
  • Selección genética: Criar cerdos resistentes puede ser una estrategia efectiva y económica a largo plazo.
  • Alimentación: Asegurar que los lechones reciban una cantidad adecuada de calostro de alta calidad de sus madres para madres para que estén protegidos frente a las infecciones postnatales. Las dietas de destete deben ser altamente digestibles, evitar grandes cantidades de harina de soja y, preferiblemente, basarse en proteínas lácteas. El control de la ingesta de alimento para evitar ayunos y sobrecargas, promover el consumo temprano de pienso en maternidad y utilizar dietas ricas en fibra también son medidas eficaces.
    Otras opciones incluyen la adición de ácidos orgánicos al agua de bebida o las dietas de destete para reducir la acidez gástrica y la supervivencia de las E. coli ingeridas, y el uso de prebióticos y probióticos para mantener una microbiota intestinal equilibrada que dificulte la proliferación de bacterias patógenas.

Diagnóstico

El diagnóstico de la enteritis colibacilar se basa en el análisis combinado de la sintomatología clínica, las lesiones macroscópicas y los resultados del análisis microbiológico. Esta evaluación integral permite diferenciar esta enfermedad de otras patologías y establecer un plan de tratamiento adecuado.

El uso de PCR múltiple puede ser útil para detectar los genes de los patógenos asociados a la diarrea colibacilar. En caso de obtener resultados positivos, se recomienda realizar un estudio histológico del intestino delgado para confirmar el diagnóstico.

Mientras se aguardan los resultados del laboratorio y teniendo en cuenta la naturaleza altamente contagiosa de estos brotes, siempre a consideración del veterinario, se debe implantar un plan terapéutico. Este plan debe abordar el tratamiento de los animales enfermos y la contención de la enfermedad en la explotación, además de mantener una evaluación continua de la situación.

Tratamiento

Un tratamiento eficaz para tratar la enteritis colibacilar requiere una combinación de medidas, que incluyen un riguroso programa de higiene y limpieza, la implementación de piensos complementarios que reduzcan la incidencia de heces blandas y el inicio de un tratamiento antibiótico adecuado.

Durante años, el óxido de zinc (ZnO) ha sido un aditivo ampliamente utilizado en piensos para lechones debido a sus propiedades preventivas contra la diarrea. Sin embargo, la Unión Europea retiró este aditivo del mercado en 2017 debido al riesgo de contaminación ambiental, otorgando un período de 5 años para encontrar alternativas apropiadas.

Es crucial aplicar los tratamientos de manera adecuada. En la actualidad, el enfoque terapéutico más completo y efectivo implica:

  • Iniciar el tratamiento con electrolitos, que pueden administrarse inicialmente por vía oral o parenteral. Se recomienda el uso de rehidratantes orales, ya que preservan la integridad de las células y su capacidad de absorción.

  • Posteriormente, se pueden agregar antimicrobianos al alimento o al agua. Es fundamental seleccionar antibióticos que lleguen a la luz intestinal, como la apramicina o la neomicina, entre otros.

  • En el caso de diarrea post-destete, se recomienda la implementación de piensos complementarios que refuercen el sistema inmunitario de los lechones.

Nuestros tratamientos

BIBLIOGRAFÍA

  • Fairbrother, J.M., Nadeau, E., Gyles, C.L. (2005) Escherichia coli in postweaning diarrhea in pigs: an update on bacterial types, pathogenesis, and prevention strategies. Anim Health Res Rev. 6(1):17-39. doi: 10.1079/ahr2005105. PMID: 16164007.
  • Fairbrother J.M., Nadeau E. (2006) Escherichia coli: on-farm contamination of animals. Rev Sci Tech. 25(2):555-69. PMID: 17094697.
  • Luppi, A. (2017) Swine enteric colibacillosis: diagnosis, therapy and antimicrobial resistance. Porcine Health Management. 8;3:16. doi: 10.1186/s40813-017-0063-4.
  • Moennighoff C., Thomas N., Nienhaus F., Hartmann M., Menrath A., Merkel J., Detlefsen H., Kreienbrock L., Hennig-Pauka I. (2020) Phenotypic antimicrobial resistance in Escherichia coli strains isolated from swine husbandries in North Western Germany – temporal patterns in samples from laboratory practice from 2006 to 2017. BMC Vet Res. 16(1):37. doi: 10.1186/s12917-020-2268-z.
  • Sjölund, Marie & Zoric, Mate & Wallgren, Per. (2014). Financial impact on pig production: III. Gastrointestinal disorders.